viernes, 10 de junio de 2011

De mi vientre a mi aljaba!

La primera vez que abrace y besé  a mi saeta, sus ojitos brillaban y se movían de un lado a otro como queriendo atrapar el mundo en un instante, explorar todo aquello que la rodeaba… la colocaron sobre mi pecho y fue entonces que sus ojitos se encontraron con los míos y sin palabras nos dijimos(ansiaba este  momento de conocer tu rostro hija, ¡mamá!) bese su cabecita húmeda y fue entonces que mi vida realmente cambio para siempre, lo que antes sentía, imaginaba, soñaba y esperaba hoy lo tenia entre mis brazos. Dios había depositado en mis brazos un tesoro y al verla tan frágil, tan pequeña, tan bella, el  miedo a equivocarme a no saber como criarla, me embargó por un instante, ¿Qué enseñarle? si yo todavía tenia tanto, tanto que aprender…
La respuesta estaba mas cerca de lo que creía, (en mi corazón), el dador de la viva, El tenia, tiene y tendrá siempre la respuesta, aprenderíamos juntas, yo a ser mamá y ella una buena hija, fue entonces que el Salmo 127 cobro sentido; “Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la construyen”, más adelante me dice que “los hijos habidos en la juventud son saetas en manos del valiente…” si no bajo los diseños de Dios, estaré edificando una casa que no permanecerá en pie por mucho tiempo o lanzando una flecha que difícilmente dará en el blanco, pero “Fiel es Dios” antes que los pensamientos lleguen a mi boca, El ya proveyó la respuesta, escrito en su palabra…
Que es lo que Dios diseño para nuestras vidas, primero debíamos entender que El nos creo con propósitos eternos, “Es bello saber que cuando nacimos fue por su placer y para su placer, es hermoso saber que toda la creación fue hecha para su placer”.
Josue 1:8 y 9 nos dice “Nunca se apartara de tu boca este libro de la ley para que guardes y hagas todo lo que en el esta escrito, entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien, te mando que te esfuerces y seas valiente no temas ni desmayes, por que Jehová tu Dios estará con tigo donde quiera que vayas.” Otra vez me habla de ser valiente y que en su palabra hay bendición, es allí donde debía escudriñar y descubrir sus mandatos y diseños para una vida victoriosa.

Te invito a que si eres una madre con estas mismas preguntas juntas recorramos la Biblia en busca de esos principios que nos harán mujeres valientes edificando nuestra casa (familia) sobre la roca eterna y tomando el arco con manos firmes para que nuestra saeta vuele alto y de en el blanco… 

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